ISOC.do, internet es para todos

La importancia de internet para todos

15 de marzo de 2018.  Desde hace algunos años diferentes gobiernos han bloqueado o apagado las comunicaciones a Internet, impidiendo no solo su acceso a manifestantes; también a la población en general que lo utiliza para la educación, productividad, recreación e interacción social.

Un personaje de un comercial dominicano de una empresa de cable decía de forma muy graciosa y espontánea “no hay vida sin *cable”.  Y lo mismo se puede aplicar a internet en la República Dominicana y demás naciones .

Quizás podría decirse que Internet es el fundamento y una de las principales plataformas que motorizan esta era de la Información y el Conocimiento, esta era de la digitalización.  Y ha sido tan sutil su adopción, que muchas veces poco nos importa quién la gestiona, promueve o condiciona su uso. Es útil para la interacción social, para el entretenimiento, para acceder a noticias e informaciones globales, acceder a fuentes de conocimientos; crear contenidos; acceder a recursos de aprendizaje; entre otros.  La mitad de la población mundial (3.5 millardos de almas) ya accede a Internet desde sus hogares, celulares ya sea con servicios pagados a proveedores de internet (ISP, por siglas en inglés); o en redes WIFI gratuitas. Todavía nos falta impulso para que el 50% restante acceda a la misma.

Darrel West (2016) analizó el impacto económico en el Producto InternoBruto (PIB) de decisiones gubernamentales de bloquear diferentes servicios de internet de diferentes gobiernos para combatir o acallar las voces de los protestantes en diferentes conflictos domésticos en alguno de los siguientes países: India; Arabia Saudita; Marruecos; Irak; Brasil; República del Congo; Siria; Turquía; Algeria; entre otros.  Según su estimación el impacto económico fue de US$2.4 millardos en el PIB global (período 2015-2016).

El pasado año (2017) ocurrieron interrupciones en Venezuela, Cataluña, entre otros; que generaron reacciones en la Internet Society e incluso un documento de recomendaciones de políticas públicas.  El pasado mes de febrero (2018) en Honduras se intentó legislar para aprobar una ley contra las manifestaciones de Odio y Discriminación en Honduras, que recibió rechazo de la sociedad en general; obligando a estimular el diálogo.   Y recientemente en Sri Lanka está ocurriendo también, fruto de las protestas de carácter religioso, que se han manifestado en esta misma semana bloqueando redes sociales e interacción textual.

Es normal el escepticismo ante temas que nos abruman y nos desbordan.  Muchas veces leemos estas informaciones y lucen tan distantes de nosotros los dominicanos.  Por lo que requerimos evidencias que nos ayuden a tomar conciencia.   Tomemos el reporte de Latinobarómetro (2015) el cuál arrojó que los dominicanos son los que mejor percepción tienen en América Latina sobre el uso de las redes sociales para la participación política alcanzando un 48%.    Un país donde los principales políticos tienen cuentas en redes sociales, especialmente en Twitter usualmente frecuentada por adultos.   Otros puestos de la encuesta lo ocuparon Venezuela (34%), 31% para El Salvador, Nicaragua, Brasil.

Según INDOTEL (2018) la cantidad de cuentas de usuarios dominicanos en internet asciende a 7.14 millones.  Aunque en el Observatorio de la Sociedad de la Información de la RD (OSICRD-ONE, 2018) se reporta que el 54.2% de la población accede a Internet.   Asimismo, en el resumen anual realizado por Nishio (2017), la mayoría de dominicanos tienen cuentas en las principales redes sociales: Facebook (5.2 millones); Instagram (2.2 millones); Linkedin (740 miles); Twitter (650 miles).

Echemos un vistazo al sector financiero dominicano, el cuál desde hace más de una década ofrece acceso a los clientes a través de canales electrónicos como el Internet Banking.  De hecho Argentarium (2018) publica el Indice Web Bancario Anual.    En el que clasifica los servicios bancarios ofrecidos en la web, e incluso premia en función del desempeño.   Pero en cifras, fuera de las percepciones, ¿qué está ocurriendo?.   Según cifras del Banco Central disponibles en la sección estadística del Sistema de Pagos de la Rep. Dominicana  el pasado mes de enero 2018 accedieron a los servicios de iBanking la cantidad de 3.38 millones de clientes bancarios.  En un ritmo de crecimiento estimado, desde el año 2014 en que iniciaron el registro, de 34% anual.   Para analizar su impacto financiero debemos conocer la cantidad de tarjetas bancarias emitidas para realizar operaciones comerciales, la cual se estima en 8.13 millones (SIPARD, 2018).   Con estas tarjetas se realizaron un aproximado 105.0 millones de operaciones en cajeros autómaticos (ATM, por siglas en inglés) por RD$388.0 millardos (muchos ATM se conectan via Internet); y más de 182.7 millones de compras en comercio (POS, por sus siglas en inglés, la mayoría de los cuales se conectan via internet) por RD$346.1 millardos en 2017.   Para compras directas de bienes y servicios ofrecidos a través de la web (comercio electrónico, e-commerce en inglés) en 2017 se registraron 30.7 millones de compras por RD$69.6 millardos.

¿Se ha realizado un estudio sobre el comercio electrónico en RD?. ¿Qué dicen los empresarios? Una investigación del Comité TIC de la Cámara Americana de Comercio RD (Larancuent et al, 2017), indagó sobre las barreras que impiden el crecimiento del eCommerce en República Dominicana resaltando: (1) la ausencia de servicios logísticos y transporte con alcance nacional;(2) las limitaciones en los servicios que ofrecen los proveedores de sistemas de pagos; (3) la incertidumbre e inseguridad en los instrumentos de pagos con tarjetas y los canales electrónico; entre otros.  En dicho reporte se recomiendan acciones tales como: (1) estimular la demanda mediante programas de formación en temas relacionados a pagos; (2) la formación de cadenas de valor, así como su promoción para que estos reconozcan y aprovechen las ventajas competitivas que estas permiten a nivel mayorista (B2B) y minorista (B2C); entre otros.

Como parte de nuestra indagación, debemos considerar al sector público.  El gobierno dominicano  informó la oferta de 105 #ServiciosPúblicosWEB, como parte de su proyecto de República Digital.  Así como un #DataCenter que facilitará la publicación de nuevos servicios en coordinación con la Oficina Presidencial de Tecnologías de la Información y Comunicación (OPTIC), cuyo índice iTICge (2017) calculó un crecimiento de 22% en la cantidad de instituciones u organismos  (207)  públicos que adoptan las TIC (gobierno electrónico, e-government en inglés) para sus servicios a la ciudadanía para el período 2013-2017.

Ante esta evidencia abrumadora, las comunidades tecnológicas se sienten necesitadas de defender la web, internet en RD.  Por ello, la membresía del capítulo República Dominicana de la Internet Society lideró un taller (ISOC-DO, 2016) especialmente diseñado para esos fines reflexionando sobre el impacto de internet en nuestra sociedad, apoyado en un diálogo multisectorial que involucró a diferentes sectores tales como: gobierno, empresas telecomunicaciones, sector privado, academia, sociedad civil, comunidades técnicas.  Y elaboró una Carta de Principios del Internet en la República Dominicana, que refleja este interés en proteger internet; comprendiendo el gran valor que aporta a nuestra sociedad.

Sin dudas existen riesgos y amenazas en la sociedad, de la cuál internet o la web como medio, es afectado por prácticas sociales controversiales y a veces criminales.  Esta gran red de redes de comunicaciones, fue inicialmente concebida en el marco de una plataforma de colaboración académica, donde predomina una cultura organizacional en la cuál no es tradición limitar el intercambio de ideas y contenidos libremente.   Ya expuesta al mundo, se nutre de usuarios con ideales a favor de lo verdadero, lo bueno, lo justo.   Y otros no tanto, que utilizan mecanismos violentos o agresivos contra sus objetivos, que afectan la confianza de la mayoría en el uso de la plataforma, como ocurrió en Estonia en el año 2007, y que dio paso a las denominadas ciberguerras o ciberterrorismo… depende el lado en que se encuentre.  Pero este ya será tema de un futuro artículo.


Osvaldo Larancuent es presidente del capítulo República Dominicana de la Internet Society.  Profesor e investigador en las áreas de Ingeniería de Sistemas y Ciberseguridad en la universidad de INTEC.  Colabora también en diferentes comunidades tecnológicas como la Coalición A4AI por una Internet Asequible; el grupo de interés especial en Cibeseguridad de la Internet Society (CybersecuritySIG); el Comité TIC de la Cámara Americana de Comercio; ClusterSoft; Clúster de Contact Centers & BPO; entre otros.  Fue directivo en Banreservas (23+ años) en las áreas de Banca Electrónica, Negocios Electrónicos y Servicios Electrónicos.